Cada navidad nos preguntamos lo mismo: ¿qué le voy a regalar a mis hijos?, la realidad es que lo tienen todo, hemos caído en un consumismo que no tiene fin; los obsequios ya no se dan en fechas especiales, sino que durante todo el año les estamos regalando juguetes y cosas materiales que seguramente desean, pero que no necesitan.
Esta navidad pensemos en hacer algo diferente; regalar a nuestros hijos algo único que no sea un juguete que utiliza un momento y olvida el resto del año.
El primer paso es hacer un inventario y limpieza de juguetes. Démosles la oportunidad de desprenderse de cosas materiales y dejar ir todo aquello que ya no utilizan, enseñándoles a hacer limpieza en casa, aún con aquellos juguetes a los que le tengan un afecto o un lazo emocional. Dejar ir y fluir, desprendernos de esos objetos materiales nos permite poder continuar el camino, vaciar para volver a llenar, poder reiniciar, valorar lo que tengo, compartir con los demás, y así estar listos para recibir de nuevo.
Te recomiendo que después de hacer esta limpieza con tus hijos, dejes únicamente aquellos objetos que realmente utilizan y disfrutan. Muchos de esos juguetes aún estarán nuevos o casi sin usar, y pueden servirle a otros niños en esta Navidad.
Pueden optar por regalar o donar a instituciones u organizaciones de niños con escasos recursos. Otra opción es generar un trueque navideño con tu círculo conocido; un regalo casi nuevo para ti puede ser el regalo de navidad de tu sobrino, primo, amigo de la escuela o de un vecino, y viceversa. En otros países, como Estados Unidos, se realizan las fiestas de trueque temáticas: libros, juguetes, ropa ,etc.
Con estas opciones rompemos el círculo vicioso del consumismo, en el que parece que tenemos que comprar todo nuevo y de última generación, en el que no nos importa el daño ambiental que ocasionamos con la compra excesiva de juguetes, ropa o cualquier otro tipo de objeto, el cual, si no es re-utilizado o reciclado, siempre ocupará un espacio en este planeta, generando basura o contaminación.
Entonces, ¿qué voy a regalarle a mi hijo esta navidad? Las niñas y niños tienen tres aspectos esenciales que tienen que ser nutridos y alimentados constantemente: su espíritu, su mente y por supuesto su cuerpo. Para cubrir esas áreas te doy las siguientes sugerencias.
Un buen regalo para tu hijo en Navidad puede no ser un objeto, sino una experiencia que llene su espíritu de emociones positivas como el amor: un paseo, un viaje, un picnic en un parque especial, una reunión con sus mejores amigos, una pijamada o una película en casa. Las experiencias son infinitas y se quedan para siempre en el alma de un niño; el tiempo de calidad que le dediques a tu hijo como un regalo de navidad, es mucho más valioso para su espíritu y para su esencia que aquel juguete con el que se va a entretener solo un momento, quedándose posteriormente en un cajón o en un mueble para siempre.
Regálales algo que enriquezca su mente; hoy los niños reciben muchos estímulos de violencia generada por videojuegos o programas no adecuados a su edad. Lo que necesita todo ser humano para su sano desarrollo es enriquecer y nutrir su mente de cosas positivas y de ideas que le permitan crecer. Puedes regalarle un libro, una película para que vean juntos, un instrumento musical para que aprenda a tocar, pinturas y brochas para crear sus propias obras o murales, algún dispositivo para escuchar música o bailar, un micrófono para cantar sus canciones favoritas.
Por último te recomiendo nutrir el cuerpo de tu hijo con un regalo que le permita moverse, ya que el movimiento es vida para los niños y para todos los seres humanos; puede ser una bicicleta, unos patines, una pelota o cualquier cosa que le permita mantenerse activo, moverse y disfrutar en familia.
Yo te invito a hacer esta navidad diferente, iniciar el movimiento de trueque de juguetes seminuevos con las personas más cercanas y de confianza, donde el niño pueda disfrutar de un juguete que otro niño ya dejó asentado o en un cajón; dejar de comprar por comprar, dejar de consumir cosas inútiles que no están llenando ni nutriendo la mente y el cuerpo o el espíritu de tu hijo.
Reinventemos esta Navidad y cambiemos a esta generación.
Fundadora del Centro Educativo Árcole